lunes, 9 de septiembre de 2013

LA ENVIDIA, UN MAL QUE NO PIERDE VIGENCIA

En algún momento de nuestras vidas hemos envidiado a algo o a alguien. Pero, cuando llevas una vida impecable o el intento de perfeccionarla, la envidia es fácilmente rechazada. Claro, esto para gente que andamos en el Sagrado Camino del Nagual; pero para personas que medran en la mediocridad en todos los órdenes, la envidia es un poderoso germen nocivo que los corroe lentamente y los va llevando a pasar las simples fronteras de la envidia. Esto es, el objeto envidiado comienza a transformarse en odiado, y el envidiador tratará de destruir su reputación, su entorno, y si es posible, hasta su vida tanto social como físicamente.

Para esto, no tiene reparo alguno en insultar, acosar, difamar y agredir para lograr su "muerte social"o de perdida, su "total descrédito como persona". Creyendo que si elimina el objeto envidiado logrará la paz o algo parecido, usa cualquier forma para destruirlo. No se detiene ante nada: miente, tergiversa, amaña, trastoca, calumnia, levanta sospechas, delata, acusa e incluso, lo denuncia ante las leyes. En casos extremos, lo asesina. El caso es que el objeto envidiado debe desaparecer, debe dejar de estar vigente y no se detendrá ante nada ni nadie para lograrlo.

¡Triste condición la de aquel que envidia! Y el envidiado (lamentablemente padezco esa condición) tiene que estar alerta pues un paso en falso le hará sucumbir ante el sociópata en turno. 

Por último, la Envidia es una de las mayores "enfermedades" que se tratan en el medio rural mexicano. A ella, agréguese el Espanto y el Mal de Ojo; pero ese será otro tema.

La envidia es aquel sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas.
La RAE la ha definido como tristeza o pesar del bien ajeno, o como deseo de algo que no se posee.
En términos médicos la envidia ha sido definida por diversos términos según los diagnósticos psiquiátricos. El que más ha marcado redundancia en los últimos tiempos es la frase citada por el Dr Saúl F. Salischiker:

"Cuando una persona se obsesiona y deja de vivir por estar pendiente de tu vida o en este caso en la vida de su adversario, de su entorno, y entre otras cosas siente agobio por cada uno de sus triunfos… Aparte de mostrar signos graves de inferioridad, te muestra que estas tratando con una persona psiquiátricamente enferma."


Dr. Saúl F. Salischiker, Médico Psiquiatra y Psicoterapeuta.
Primera definición.- Tristeza o pesar del bien ajeno.
De acuerdo a la primera definición la envidia es sentir tristeza o pesar por el bien ajeno. De acuerdo a esta definición lo que no le agrada al envidioso no es tanto algún objeto en particular que un tercero pueda tener sino la felicidad en ese otro. Entendida de esta manera, es posible concluir que la envidia es la madre del resentimiento, un sentimiento que no busca que a uno le vaya mejor sino que al otro le vaya peor.

Segunda definición.- Emulación, deseo de algo que no se posee.
De acuerdo a la segunda de las acepciones la envidia se puede encuadrar dentro de la emulación o deseo de poseer algo que otro posee. Siendo en este caso que lo envidiado no es un sujeto sino un objeto material o intelectual. Por lo tanto en esta segunda acepción la base de la envidia sería el sentimiento de desagrado por no tener algo y además de eso el afán de poseer ese algo. Esto puede llegar a implicar el deseo de privar de ese algo al otro en el caso de que el objeto en disputa sea el único disponible.

  • Una tercera posibilidad para comprender lo que la envidia implica sería la combinación de las dos acepciones mencionadas anteriormente. Cualquiera sea el caso, la envidia es un sentimiento que nunca produce nada positivo en el que lo padece sino una insalvable amargura.

  • Otra definición de envidia, es que el envidioso cuenta mentiras sobre la persona a la que envidia o las cosas que tiene, para poder tenerlas, en ocasiones la envidia puede hacer que el envidiado muera a manos del envidioso.

La envidia en un maltratador psicológico

El psicólogo Iñaki Piñuel describe la envidia que siente un acosador como un sentimiento de inferioridad, el cual opera en forma de culpabilidad, que el acosador siente por no poseer atributos que él estima ideales. Los defectos físicos, intelectuales o emocionales generan un sentimiento de inferioridad que la persona intenta compensar superando esas carencias mediante el desarrollo de un complejo de superioridad. El complejo de superioridad hace que el acosador viva en la ficción de la posesión de valores, atributos y cualidades que en realidad no posee, negándolos en los demás de manera defensiva. Cuando surge en su entorno una persona (la víctima) que sí posee en verdad tales características, ello supone para el acosador un verdadero choque con la realidad. Su reacción ante esa dolorosa realidad suele consistir en negar, eliminando la fuente de la disonancia, desarrollando el psicoterror contra la víctima. El objetivo es hacer desaparecer a la víctima del horizonte psicológico del acosador porque sus capacidades suponen para éste una desestabilización psicológica.

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