La persona A me comenta que, después de algunos años de no verle, se topa con el sujeto B. El sujeto B muestra una imagen de descuido, desprolijo en su ropa y escandalosamente abatido por un desorden alimenticio marca Diablo.
Su aspecto, en términos generales, es diametralmente opuesto a lo que escribe de sí mismo a diestra y siniestra en la Red: "estoy en excelente condiciones físicas; como en abundancia y en lugares caros; mi aspecto está rebosante de salud; y mis esfuerzos empresariales, financieros y de altísimas responsabilidades están en un su punto más alto. Eso sin contar que me he peleado y derrotado a varios sujetos casi sin esfuerzo..."
En el papel...
Porque según A (al que le creo a pie juntillas), B está hecho un asco de persona. Y para terminarla de joder, acompañado por la sujeta C que llegó tarde o de plano no llegó, al reparto de virtudes y belleza femenina. Un adefesio, vamos.
Esto solo para empezar. Porque B, no satisfecho con irradiar una imagen francamente detestable, no ha perdido sus infantiles berrinches y armó una alharaca digna de las más bajas tortilleras y lavanderas de cualquier lado de nuestra República.
Como reza el título: "ciertas personas no cambian, empeoran más y... siguen con sus masturbaciones mentales de yo soy el Bueno y uds. los Malos"
Pobre diablo solitario, fracasado, vencido y acabado. No creo que pase de los 80 años.
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