En este pueblo purépecha, hace años fui iniciado en una "Ceremonia del Fuego" junto con mis hermanos Jiteveri Heiko y Lagarto Federico, todo bajo el auspicio y presencia del Jícuri Venadito Azul. No diré el nombre del iniciante ni en dónde fue por obvias razones. Seguramente este maestro es líder en esas actitudes libertarias de este maravilloso pueblo.
2 comentarios:
Hola, Maestro. Esperando este disfrutando este 2016 le felicito por su excelente articulo de este pueblo libre de toda influencia del malgobierno que padecemos. Y tambien veo que tuvo usted suerte al ser iniciado en dicho pueblo magico, pero magico de a devis no de los llamados pueblos magicos solo por estar bien pintaditos.
Le comento que el lider de la secta rojo intenso acaba de poner que usted pedia limosna o que le pidio limosna a el hace un tiempo. Por supuesto no le creo pero me gustaria saber que opina usted sobre esta falsedad.
Saludos, su amiga.
Gracias, igual para ti. Mi experiencia en Cherán fue extraordinaria. Pondré un mensaje dentro de poco relatando aquellos eventos.
Por otro lado, lo que me cuenta del líder sectario no me extraña. Ya van varias veces que le digo que él dice lo que su imaginación le dicta.
Hace muchos años que vive en "Orozquilandia" y en ese insano mundo solamente él manda e invanta cosas.
En dicho mundo todo es perfecto (para él, claro): yo soy un delincuente gay, pederasta y retrasado mental, aparte de vivir en la miseria; al igual que muchos de mis amigos y conocidos. Él es un empresario de éxito, que vive como rey y come en muchos restaurantes caros, no aptos para proles como yo. Asimismo, lucha contra el mal dentro de sus dizque empresas y empresas para las cuales trabaja detectando errores y metiendo a la cárcel con la mano a la cintura a no sé cuántas personas que no pudieron contra su deslumbrante inteligencia detectivesca. Y eso sin contar a cuántos ha derrotado en peleas o como a él le gusta afirmar "terminaron en el hospital".
Hasta a esta clase de loquitos autocomplacientes mentales se les debe permitir expresarse.
Es su mundito y hay que dejarlo que siga fantaseando todo lo que quiera. No produce daño alguno.
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