Exacto. Como muchos, especialmente dos que conozco de cerca, esta mujer derrochó consejos, sugestiones, sesudos libros y novelas e incluso entrevistas en las cuales se le veía muy digna de lo mismo que pregonaba, pero que no puso en práctica como ejemplo de su vida.
Lamentablemente para ella, sus seguidores y su "corriente" filosófica que nos endilgó -sin anestesia alguna- el llamado Objetivismo todo lo que pudo haber dicho se cae como puente ante el embate de un río enfurecido o un terrón de azúcar en el café caliente.
Ojo, como todo en este mundo, nada es totalmente blanco o negro, hay matices, hay tonos de grises. Esto es, se puede entresacar de entretanta paja y faramalla, algo de valor. Pero muy poco y ya dicho antes por otros, digamos los chinos hace 3 ó 4 mil años atrás.
Lo que da risa, y a veces tristeza, es que sus voceros, sus defensores TAMPOCO APLICAN en su vida los principios seudomorales más o menos positivos que esta mujer escribió. Lo que aplican, especialmente uno, es una avidez por el dinero, una desgastante energía para defender lo adquirido y una vida llena de sobresaltos en pro de mantener "con éxito" sus cacareadas empresas y trabajos muy remunerados (a partir del escritorio en donde estoy sentado NADIE gana más que yo en 60 metros a la redonda).
Con la inevitable y consiguiente mala salud, obesidad anti-medioambiente, mal dormir, emociones negativas disparadas, baja autoestima y paranoia delirante por la cual ve enemigos por todos lados, y "parásitos que me quieren robar mi patrimonio".
Si esta clase de aberraciones humanas son producto de los textos e ideas de Ayn Rand, entonces la conclusión es que esta mujer falló y por lejos, además de ensuciar más a la humanidad en vez de ayudarla.
Lean ahora lo siguiente.
Continuaré... porque al MAL hay que enfrentarlo directamente, como Guerreros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario